La Carta Ética de Davines surge en 2005 como una recopilación de valores éticos para guiar tanto la vida profesional como personal de sus colaboradores. No establece reglas rígidas, sino principios, propuestas y reflexiones que fomentan una conducta justa, transparente y orientada al bienestar común. Inspirada en la filosofía que une belleza y bien, promueve la aplicación de valores como generosidad, inclusión y sostenibilidad en todas las actividades y relaciones de la empresa.
Davide Bollati, presidente de Davines, destaca que la meta no es ser la empresa más grande, sino la más bella y ética para el mundo. Con la evolución de la Carta en 2018, se reafirma el compromiso con la calidad de vida, la responsabilidad social y ambiental, y el trabajo bajo valores compartidos, alineados con los principios de B Corp.